La
musicoterapia tiene su origen en la noche de los tiempos. Los primeros
musicoterapeutas son los chamanes, médicos brujos tribales quienes comienzan a
utilizar cánticos, salmodias, susurros y estructuras rítmicas repetitivas para
inducir estados de conciencia a nivel colectivo con fines catárticos y
religiosos. Se tienen evidencias del uso ritual de la música en casi todas las
grandes culturas de la antigüedad. Los griegos y los egipcios nos cuentan
acerca de los efectos psicológicos de diferentes escalas y modos musicales. De
la misma manera, hindúes, chinos y japoneses antiguos, reconocen en sus ragas y
modos pentatónicos, estructuras musicales aplicables a diversas actividades y
estados de ánimo. A partir de tales tradiciones, durante el presente siglo se
ha sistematizado el estudio de los efectos psicológicos y orgánicos de la
música y se ha reconocido a la musicoterapia como vertiente terapéutica de
valor concreto.
La
musicoterapia es una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus
formas con participación activa o receptiva por parte del paciente. Todos
nosotros sabemos reconocer cuándo una canción nos parece alegre o nos parece
triste. Generalmente asociamos nuestro estado de ánimo a la melodía de
numerosas obras de todo tipo. Pues bien, precisamente la musicoterapia recurre
a estas melodías como método para curar o reducir diversos problemas de salud.
La
idea de base es reconocer que gran parte de las enfermedades tienen su origen
en el cerebro, quien luego transmite a una parte del cuerpo un estímulo
determinado que reproduce una enfermedad. Con la musicoterapia se intenta hacer
llegar al cerebro unos estímulos que le lleven a una relajación o anulación de
los que reproducen la enfermedad, a través de diversas melodías con las que se
pueden conseguir efectos sorprendentes.
Aunque
la musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad, en los años 40 de nuestro
siglo se utiliza como rama de medicina recuperativa, que con efectos
fisiológicos, afectivos y mentales, contribuyendo a un equilibrio psicofísico
de las personas. Hoy en día se aplica fundamentalmente en desequilibrios
nerviosos, influye positivamente sobre el corazón y pulmones, alcoholismo,
drogas y como prevención de suicidios, aunque todavía es necesario profundizar
mucho más en el tema.
El
esquema básico de trabajo en esta disciplina contempla tres aspectos: la
interacción positiva del paciente con otros seres, la autoestima y el empleo
del ritmo como elemento generador de energía y orden. La musicoterapia actúa
como motivación para el desarrollo de autoestima, con técnicas que provoquen en
el individuo sentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción
y mucha seguridad en sí mismo. El ritmo, elemento básico, dinámico y potente en
la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la
ejecución de movimientos controlados: desplazamientos para tomar conciencia del
espacio vivenciados a través del propio cuerpo.
La
herramienta sonora más poderosa según muchos terapeutas del sonido es el canto
de armónicos. A través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte
enferma la frecuencia de resonancia correcta, y devolver su frecuencia normal.
Según Jonh Beaulieu, la entonación de armónicos afecta incluso al flujo de la
kundalini de las tradiciones místicas. Tema muy relacionado con los mantras
tibetanos realizados para limpiar los chakras y despertar su energía para alcanzar
la iluminación.
Aquí
dejamos una lista de obras clásicas y su virtud, que pueden escuchar en una
ventana de la PC, mientras siguen trabajando en otra ventana, simultáneamente.
INSOMNIO:
Nocturnos de Chopin
Preludio para la siesta de un Fauno de
Debussy
Canon en Re de Pachelbel
HIPERTENSIÓN:
Las
cuatro estaciones de Vivaldi
Serenata nº13 en Sol Mayor de Mozart
Música acuática de Haendel
Concierto para violín de Beethoven
Sinfonía
nº8 de Dvorak
ANSIEDAD:
Concierto
de Aranjuez de Rodrigo
Las
cuatro estaciones de Vivaldi
La
sinfonía Linz, k425 de Mozart
DOLOR DE CABEZA:
Sueño
de Amor de Liszt
Serenata de Schubert
Himno al Sol de Rimsky-Korsakov
DOLOR DE ESTÓMAGO:
Música para la Mesa de Telemann
Concierto de Arpa de Haendel
Concierto de oboe de Vivaldi
ENERGÉTICAS:
La
suite Karalia de Sibelius
Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tschaikowsky
Obertura de Guillermo Tell de Rossini
PARA LA SANACIÓN Y ARMONÍA DE TU HOGAR:
Todo lo de Wolfang Amadeus Mozart
Libérate de la carga de los juicios. Al
juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se
puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y
anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejas tu falta de auto
aceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti
mismo.
No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea
por la comida, la bebida o por emociones tóxicas. Tu cuerpo no es sólo un
sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehículo que te llevará en el viaje
de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de
bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la
conciencia que eres tú.
FRATERNALMENTE
LUIS ROMERO YAHUACHI